Los maestros (guías) de nuestra escuela son compasivos, comprensivos y flexibles, y al mismo tiempo mantienen altas expectativas y límites firmes. Como individuos responsables y completos, los maestros deben ser apasionados y estar alegres con su propio proceso de aprendizaje, así como con la tarea de facilitar el aprendizaje de los demás. Como modelos de cooperación y colaboración, los maestros demuestran relaciones colegiales, procesos reflexivos y formas pacíficas de resolver conflictos. Los maestros también deben ser cuidadores de sí mismos, de los niños, del aula, de la comunidad y de la Tierra.